La ciudad de La Paz nos impone su aliento, su latido. Nuestro cuerpos acusan recibo y nuestros espíritus deben reconfigurarse. Aprendizaje físico y solitario, insoslayable. Para luego encontrar nuevos vectores, nuevos campos de energía y nuevos hermanas y hermanos.
The city of La Paz impose to us her breath, her heartbeat. Our bodies are hard hit and our spirits must be reconfigured. Physical and lonely learning, unavoidable. To find then new vectors, new energy fields and new sisters and brothers.
Dibujo de / Drawing of Andreas Siekmann