25/5/20

La larga noche del distanciamiento 2.

La larga noche del distanciamiento.

Un periodista de un canal
perteneciente a uno de los multimedios
cómplices del terrorismo de Estado,
del secuestro y cambio de identidad de bebés
durante la última dictadura militar argentina,
refunfuña en cámara
por no poder conocer a su sobrina recién nacida,
en plena cuarentena.

El conductor de una camioneta RAM,
un productor de soja transgénica,
un fumigador por mano propia o por encargo,
cree que los niños que ve en el interior de su campo,
le quieren robar.
Acelera. Choca a uno de ellos. Le pasa por encima.
Le pide al otro que se lleve el cuerpo yacente.
Da una vuelta y se va. Los abandona.
El niño muere. Tiene 16 años.
Habían ido a cazar liebres para sus familias
porque no tienen para comer.

Una escritora
dice que admite su error.
"Yo tenía una fantasía equivocada, que ella
(Cristina, la vicepresidenta argentina)
se iba a convertir en una embajadora internacional de su propia ideología,
como le gusta tanto la figuración y los vestidos (...)
no creí que se iba a quedar tejiendo en la casa
y haciendo maldades (...)
La realidad es que se quedó en la casa, tejiendo en serio.
La mayoría parte de la gente piensa que soy una vieja pedante,
pero eso no me afecta. Soy de las mujeres de estilo rudo."

El ángel de la muerte
camina en los mercados,
en los canales de televisión,
en los campos sojeros,
en los diarios.
Nadie sabe a ciencia cierta
adónde va
ni cuando se irá.

Los genocidas,
los ecocidas,
los pedantes,
dan rienda suelta a su "estilo rudo".

A pesar de llenarse la boca
con las palabras "libertad", "república", "consumo",
si se les presenta una oportunidad inesperada para elegir,
reiteran su preferencia por la aniquilación, la muerte,
la extinción antes que la mutación.

Eso sí... con "estilo rudo".
































Texto e imagen: Eduardo Molinari / Archivo Caminante.
Día 36, El ángel de la muerte camina en los mercados. Lápiz, tinta, collage s/papel, 2020.
De la serie "La larga noche del distanciamiento".



24/5/20

La larga noche del distanciamiento 1.

La larga noche del distanciamento.

Como en una pesadilla
el tiempo se deforma,
se estira, se retuerce,
se endurece y se ablanda.
Se hace trizas cual parabrisas estallado de un auto.
Se acorta tanto que se parece a una herida,
un tajo por el cual podemos desangrarnos lentamente.

El tiempo se suspende.
Levitamos como si algo o alguien
tuviera la fuerza invisible suficiente
para mantenernos en vilo,
simultáneamente a la espera y al acecho.

No es una situación de subordinación,
no estamos paralizados, anestesiados, dominados.
Más bien se parece a una ensoñación flotante,
ultrasensible, desafiante y paranoica a la vez.

En la larga noche del distanciamiento
se abren centenares de agujeros negros.
Se asoman por allí estrellas, soles y lunas
que nos invitan a seguir senderos luminosos.

Estamos solos y acompañados.
No queremos volver a la normalidad.

En la larga noche del distanciamiento
percibimos las señales
de los procesos interiores de transformación,
de mutación alquimista.
Sabemos que ya no somos los mismos.
No terminamos de saber quienes somos.
Y eso es lo mejor.

Los humanos no somos más "el sujeto de la historia".
Un alivio insoslayable.

Mutua crianza o muerte,
dicen las banderas y pancartas
en las marchas que se hacen en las plazas
en el punto más oscuro de la noche.
Cuando no hay policía que pueda controlar
si nuestro documento es par o impar.

La nube verde del coronavirus se agranda y se hincha
forma un poderoso frente de tormenta
que nos envuelve.
Suenan truenos y vibran relámpagos.

Desde algún lugar del barbijo
del pibe que está en la fila de la farmacia
sale un vapor (contra)venenoso,
como el humo de un cigarrillo
armado no sabemos con qué hierba.

La consigna queda flotante,
al instante se desvanece.
Podemos tomarla o dejarla:
mutua crianza o muerte.































Texto e imagen: Eduardo Molinari / Archivo Caminante.
Día 23: Mutua crianza o muerte. Lápiz sobre papel, 2020. De la serie "La larga noche del distanciamiento".

Eduardo Molinari / Archivo Caminante

Mi foto
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
Artista visual. Licenciado en Artes Visuales. Docente Investigador en el Departamento de Artes Visuales / Universidad Nacional de las Artes (UNA), Buenos Aires, Argentina. Su obra se compone de dibujos, collages, fotografías, instalaciones, intervenciones en el espacio público y publicaciones. En 2001 funda el Archivo Caminante. Desde 2010 coordina junto a Azul Blaseotto La Dársena, Plataforma de Pensamiento e Interacción Artística / Visual Artist. Professor & Researcher at the Visual Arts Department - National University of Arts, Buenos Aires, Argentina. His work is composed by drawings, collages, photographies, installations, public space interventions and publications. In 2001 he founded the Walking Archiv. Since 2010 coordinates with Azul Blaseotto The Dock, Platform of Thinking and Artistic Interaction. +info: www.plataformaladarsena.blogspot.com Contacto / Contact: archivocaminante013@gmail.com