La hormiga es un camino. Entre las plantas, en el cemento. Un camino que sube por los árboles, atraviesa raíces. Un camino que se hunde en la tierra construyendo mundos invisibles, desconocidos. Un camino entre piedras o al costado del agua. Un camino entre los muebles de la cocina, detrás del sillón o debajo de la cama. Conocer su origen o destino nos compromete a fabricar un gesto, un movimiento propio. Me gustó desde niño y me gusta mucho hoy seguir el camino de las hormigas. La línea de ese camino es un vector, una flecha, una suma de muchos puntos de vista: antenas alocadas y sedientas de nuevos recorridos. "Tras los pasos de los Hombres de Maíz", p.15, 2008.
The ant is one way. Across the plants, in the cement. One way that goes up on the trees, across the roots. One way that sinks on earth, constructing invisible, unknown worlds. One way between stones or by the water. One way between the kitchen furniture, behind the sofa or under the bed. To know its origin or destiny we are commited to manufacture a gesture, a movement. I always like very much to follow the ant's way. The line of this way is a vector, an arrow, the addition of many points of view: crazy and thirsty antennas, looking for new routes.
"After the steps of the Corn-men", p.15, 2008.
Photo: "KMK", Perfomance, Chemnitz, Alemania, 22/12/2007. By Lászlo Tóth.