Alberto Durero. Visión onírica, acuarela, 30x43cms, 1552.
El sueño de Durero
"En el año 1525, después de Pentecostés, entre Pentecostés y Miércoles Santo -escribe Alberto Durero el 8 de Junio de ese año- en mi sueño, tuve la visión de unas grandes masas de agua que caían poderosamente de los cielos, las primeras de las cuales que tocaron tierra, lo hicieron a unos seis kilómetros de donde yo estaba con una violencia tal que levantaron un ruido atronador, salpicándolo todo, e inundando todo el país. Sentí entonces un terror tal, que me desperté. Esas aguas diluviales caían por todas partes, unas más lejos y otras más cerca, pero desde tan alto que parecían hacerlo todas con la misma lentitud. Pero las primeras aguas que llegaron al suelo cayeron con fuerza, tan rápidamente, entre el bramido del viento, que el estruendo que produjeron me hizo despertar asustado y tembloroso, tanto que tardé en recobrarme. Al levantarme, por la mañana, pinté lo que encabeza estas líneas, tal como lo había visto. Quiera Dios llevar todas estas cosas a buen fin."
El artista escribe sobre su sueño poco después de la Batalla de Frankenhausen (15 de Junio de 1525) , última batalla de la Guerra de los campesinos alemanes. Las tropas de los príncipes aniquilaron a los sublevados dirigidos por Thomas Münzter. Finalizado el combate, el líder y otros jefes fueron ejecutados. La revuelta popular fue la más masiva y generalizada en Europa hasta la llegada de la Revolución Francesa.
En palabras de los curadores: "Pedimos a varios amigos que respondieran al sueño de Durero para compartir con ellos esta impensable conexión con el presente. Pero no cayeron en la trampa de describir inundaciones, incendios, sequías o epidemias presentes, ni esos nuevos poderes que hoy pretenden plasmar todo lo que concierne a la catástrofe presente en listas, cifras y curvas diarias de omnipotencia, contando todos los pelos en nuestras cabezas y todos los granos de arena del mar. En su lugar, nos enviaron más referencias que no nos liberan del esfuerzo de hacer conexiones. Son testigos, no son jueces ni analistas."
Mi respuesta fue un collage, una fotografía intervenida bajo el título "La pesadilla". Aquí el primer acercamiento.
Fotos: Librería Walter König y Sala de la Akademie der Künste der Welt, Colonia, Alemania. Créditos: Kaput Magazine y AdKdW.